En el zoológico
― ¿Sabes? Mis hijos se sentían por las nubes cuando los llevé al zoológico.
― ¿De verdad? ¡Qué buena idea! ¿Y cuando fueron?
― El fin de semana pasado. Fuimos al zoológico nacional. Pasamos todo el día allí.
― Hace mucho que no voy. 8 años. Recuerdo cómo me gustaba ir cuando era niña. Adoraba las cebras, los tigres, los leones…pero los monos no me gustan. ¿Ah, no? A mis hijos les gustaron los monos. ¡Cuántos animales diferentes! Pájaros, elefantes, jirafas, panteras, caballos, osos, serpientes…
― ¡Ay Dios qué horror! No soporto las serpientes. Tengo siempre el temor de que una serpiente me muerda. ¡Qué miedo! ¿No te parece que el zoológico es un lugar peligroso para niños?
― En cierta forma tienes razón, pero si vigilas a los niños y no les permites que se acerquen demasiado a los animales, no pasa nada.
― El año pasado fuimos al zoológico central del Nueva York. Allá vimos zorros, lobos y hasta pingüinos.
― Los pingüinos son tan divertidos.
― ¿Y has visitado delfinarios?
― Sí, visitamos uno hace dos años en Punta Cana.
― Creo que voy a llevar a mis hijos yo también.
― Excelente idea. Por mí, puedo ir otra vez.
― Tienes razón. Creo que voy a llevar a mis hijos también.