Para los que quieren apredner español

Cambiando de hotel

Escena I

― ¿Conoces algún hotel bueno aquí en Santo Domingo?
―Sí, conozco un hotel muy bueno y tranquilo que se encuentra en la calle Arzobispo Meriño. Le llaman, Hotel La Grand Maison.
― Ese no es un nombre español.
― Ciertamente, el nombre del hotel es francés, pero los trabajadores son dominicanos.
― Pues vamos de inmediato. ¿En qué parte exactamente de Santo Domingo se encuentra la calle Arzobispo Meriño? ¿En qué barrio?
― En la Zona Colonial.
― Oh, sé dónde está la Zona Colonial.
― El hotel está al lado del Parque Duarte.
― Después de reservar, mis amigos y yo nos fuimos a pie al hotel donde estábamos. La calle es larga, pero estrecha, además es de una sola vía. La calle está llena de carros que hacen mucho ruido. Es una calle ruidosa y casi no se puede descansar. Desde arriba del hotel se pueden ver la playa, la ciudad y una colina, y en la calle de abajo se encuentra la calle de la universidad. Le dije a mis amigos que el ruido de los carros era terrible. Lo mismo sucedía en las noches, por eso decidí cambiar de hotel.
― Es normal, es siempre lo mismo. El centro de la ciudad es siempre ruidoso. Hay ruido durante todo el día hasta tarde en la noche y el ruido es muy molestoso. Para el extranjero que viene al principio es un martirio los primeros días, pero después se acostumbra. La Zona Colonial es mayormente peatonal, no hay mucho ruido.

Escena II

El hotel se encuentra en la calle Arzobispo Meriño número 76. Cerca de la puerta hay un letrero que dice “La Grand Maison, segunda planta”. Pregunto a mi amiga, qué significa “Segunda planta”. Me responde “segundo piso”. Empujamos la puerta y entramos. Vemos unas escaleras y un ascensor. Obviamente tomamos el ascensor. En el segundo piso, a la izquierda, encontramos una puerta abierta. Entramos, no hay nadie. Entonces veo una campana y la toco. Esperamos un poco, en un momento escuchamos pasos que vienen hacia nosotros. Un hombre aparece delante de nosotros. Mi amiga me dice que es el dueño del hotel.

― Digo al hombre: “Buenos días. ¿Tiene alguna habitación disponible?
― Sí, tengo tres habitaciones disponibles.
― Le digo: “Estoy solo, quiero pues, una habitación para una persona”.
― Mi amiga dice “¿Quieres una habitación con ducha o sin ducha?
― Le respondo: “Con ducha y una sola cama”.
― El dueño del hotel responde: “Pues tenemos lo que desea, señor”. Una buena habitación con ducha, una cama y aire acondicionado.
― ¿Cuánto cuesta la noche?
― La noche cuesta 1500 (mil quinientos pesos) sin desayuno y 1800 (mil ochocientos) con desayuno.
― ok. ¿Dónde está la habitación?
― Vamos juntos.
― Vamos a tu habitación, te digo que es la habitación que quieres.
― Su amiga le dice que la habitación está bien.

Mi habitación está en un corredor a la derecha. Entramos los tres adentro. La habitación es bastante grande y muy luminosa. Vemos una cama a la izquierda, un armario a la derecha, una mesa en el medio, dos sillas y un pequeño escritorio. Cerca de la cama hay una mesita. Al lado de la ventana hay una puerta. El dueño del hotel la abre y nos dice: “¿ven? tiene un lavamanos con espejo y una ducha con agua fría y caliente. Las ventanas dan a la calle. Afortunadamente, esta parte de la calle es peatonal. Me gusta esta habitación, la tomo.